Es complicado esto del fútbol...y de perder.
Multimedios volvió a perder. Realmente no encontramos respuesta a la interrogante de porque perdemos y seguimos perdiendo, si hemos seguido con todos los procesos coherentes: mantener a un técnico, mezclar una plantilla joven con veteranos, entrenar dos veces por semana, trabajar un sistema, mantener presión sobre los jugadores...etcétera.
Acá, con Multimedios, muchas personas han dejado dinero, esfuerzos, familias, novias, trabajos, desvelos, regaños, lesiones...miles de situaciones similares. Y al final, aparentemente, no cuentan. Y por si fuera poco, cada cabeza es un mundo: en las últimas tres semanas he escuchado de todo. Todos se quejan conmigo y dan su humilde opinión: que el problema está acá, que allá, que el problema es la defensa, el sistema, el portero, los porteros, el cierre, la banca, el que no llega, el que no juega, la profundidad de la banca, la falta de gol, la definición, el estado físico, el exceso de entrenos, la falta de entrenos, la táctica, la estrategia, las lesiones, las irresponsabilidades para llegar, los árbitros, las expulsiones...solo nos falta culpar a Messi.
Pero hay algo...hay algo en el fondo: este no es un equipo común. Somos más amigos que compañeros de equipo. No jugamos por el dinero. Jugamos por hacer lo que nos gusta. Por vernos la cara cada martes, jueves y sábado. Por escuchar a Xuxa. Por reírnos un poco de los que nos pasa en la vida. Por olvidarnos de lo miserables que son nuestros trabajos y para, GRACIAS A DIOS, tener un motivo para alejarnos de las brujas de nuestras mujeres.
Eso no significa que queremos seguir perdiendo. Pero démosle a cada problema la importancia que se merece. Vamos a intentar con todo ganar el sábado...y todos los partidos. Vamos a dejarlo todo. Pero si no se gana, tampoco es el fin del mundo. Siempre habrá un siguiente entreno, un siguiente partido...y un siguiente convivio.
